El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH)- es uno de los problemas más comunes en la población infantil, generalmente es detectado después de los 4 años de edad. Su prevalencia se estima del 1% al 18% de niños (Fernández-Jaén, 2007; García y García, 2005). Se describe con una frecuencia mayor de 3 a 4 en varones. Esta diferencia puede estar condicionada por la organización social, el tipo de estudio y las características sintomáticas de las niñas, cuya hiperactividad e impulsividad es habitualmente menor en nuestra sociedad
La prevalencia del TDA a nivel internacional se describe del 9,6% en Alemania; del 3.7% en Suecia; del 6% en España del 17% en Colombia y del 9% en Hong Kong. Otros estudios describen prevalencia del 1.7% en Inglaterra y del 16.1% en Estados Unidos. Algunas diferencias de prevalencia se pueden explicar por el uso de diversos criterios como los expresados en CIE-10 en Europa y de los mencionados en DSM-IV en países iberoamericanos y EEUU, otras por los tipos de evaluaciones clínicas, psicológicas, neuropsicológicas y electrofisiológicas que se utilizan y de sus interpretaciones (Rutter y Graham, 1966).
Particularmente en México, la prevalencia del TDAH en los niños que atiende el hospital Psiquiátrico Infantil «Dr. Juan N. Navarro» de la Ciudad de México es del 28.6% (Higuera, Pella 2004). De acuerdo con la información de la Secretaría de Salud, el TDA, ocupa los primeros lugares de demanda en clínicas psiquiátricas, se estima que se tiene alrededor de un millón y medio de niños y de 3 millones de adultos con este problema (Boletín de Información Periodística en Salud, 2006). A pesar de esto, en el país no existen cifras confiables, ni métodos diagnósticos precisos y menos de rehabilitación integral que disminuya la demanda de atención por ese trastorno, así como sus comorbilidades en adultos con todos los costos sociales y económicos que esto significa.
Por lo tanto, para establecer criterios diagnósticos de mayor precisión y confiabilidad con posibilidades de generalizar su aplicación en las instituciones de salud y de docencia de la República Mexicana analizaremos los procesos de aplicación y de los resultados obtenidos en niños que acuden al Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) en forma voluntaria, con base en una invitación abierta presentada en escuelas públicas y aquellos que buscan diagnóstico y tratamiento de trastornos de atención, conducta y aprendizaje.
Objetivo
Identificar a la población con y sin TDAH mediante la utilización de los cuestionarios DSM IV-R para padres y maestros y correlacionarlo con su coeficiente intelectual.
Método
Se evaluaron 131 niños de 4 a 12 años de edad cronológica con problemas de conducta, sin alteraciones clínicas neurológicas, que acuden por diversas causas al INR, iniciándola con el estudio neurológico, en el que además se informó a los padres o tutores legales el alcance de la investigación y sus propósitos y posibles beneficios para sus niños, lo que estuvieron de acuerdo procedieron a firmar el formato de autorización informada del INR.
Se aplicaron a 131 padres de familia los cuestionarios del DSM IV-R en el INR para lo cual se les leyeron las aseveraciones, en caso necesario, se les explico el significado de las preguntas, haciendo hincapié en que dichas conductas deben haberse presentado por lo menos durante los últimos seis meses y se les entregaron los cuestionarios para que se los llevaran y trajeran debidamente contestados por los maestros que estuvieran a cargo por lo menos con 6 meses de anticipación del niño.
Para evaluar el coeficiente intelectual se aplicaron las pruebas de Wechsler (WPPSI y WISC-R) de acuerdo a la edad de los sujetos.
Resultados
Se estudiaron 131 sujetos de edades entre 4 y 12 años con una media de 7.6 ± 2.8. (Figura 1).

Figura 1. Distribución de la población de acuerdo a su edad
De los que el 78% fueron del sexo masculino y 22% femeninos (Figura 2).

Figura 2. Porcentaje de sujetos de acuerdo al género
Los resultados de los cuestionarios del DSM IV-R mostraron diferencias en la valoración hecha por los padres y los maestros, siendo menor la prevalencia por la evaluación de los padres en los niños con TDA (Tabla 1).
Tabla 1
Porcentaje de niños CTDA y STDA de acuerdo al DSM IV-R en opinión de padres y maestros

Respecto al sexo, se observa que los maestros registraron a un mayor número de sujetos del sexo masculino con TDAH (Tabla 2).
Tabla 2
Porcentaje de niños y niñas CTDAH y STDA de acuerdo al DSM IV-R en opinión de padres y maestros

De acuerdo a la opinión de padres con el DSM IV-R , el mayor porcentaje en los niños CTDA corresponde al rubro CI Normal y para los niños STDA al rubro CI Arriba de lo normal, en opinión del maestro el mayor porcentaje de los niños CTDA tienen un CI Abajo del Normal y los niños STDA un CI Normal (Tabla 3).
Tabla 3
Porcentaje de la clasificación del Coeficiente Intelectual Total de niños y niñas CTDAH y STDA, de acuerdo al DSM IV-R en opinión de padres y maestros

De acuerdo a la clasificación de CI y subtipo clínico, padres y maestros clasificaron un porcentaje mayor en el subtipo clínico Combinado, en ambos casos dentro del rubro CI Normal, seguido por el subtipo clínico Déficit de Atención, en el rubro de CI Normal (Tabla 4).
Tabla 4
Distribución de los subtipos clínicos de TDAH acuerdo al DSMIV-R en opinión de padres y maestros con la clasificación de CI

Se correlacionaron los datos del Coeficiente Intelectual con los resultados de la clasificación DSM IV-R padres. De los 49 niños STDA el 32.6% se registraron con CI Normal (90-109); 16.3% con CI Normal Alto (110-119); el 8.1% con un CI Superior (120-129) y el 10.2% con un CI Muy superior (130- +). La prueba de Wilcoxon para muestras relacionadas indicó Z -2.217 p=0.027 para la comparación de CI verbal entre los niños CTDA y STDA, no significativo para las otras mediciones.
Los niños CTDA en los subtipos Inatención y Combinado los porcentajes más altos 52 % y 34.7% se registran con un CI Total Normal (90-109).
Discusión
El CI Verbal, el CI Ejecutivo y el CI Total en los niños se encuentran dentro de los valores considerados normales, este resultado es coherente con investigaciones que afirman que el Perfil Intelectual de niños con TDA no se diferencia significativamente de niños STDA (Ortiz-Luna y Acle, 2006). Sin embargo, una diferencia es que los valores medios de los CI verbal son relativamente mas altos que en el CI Ejecutivo. La prueba de Wilcoxon para muestras relacionadas indico Z -2.217 p=0.027 para la comparación de CI verbal y no significativo para las otras mediciones.
Estos resultados concuerdan con los datos obtenidos por López-Villalobos (2007) en donde aplicando la prueba de WISC-R encontró diferencias significativas entre el grupo con TDAH y el grupo control, en el CI Verbal y el CI ejecutivo, siendo las subpruebas aritmética, comprensión, historietas, cubos y claves con calificaciones promedio por bajo de la puntuación normal en el grupo con TDAH.
Las evaluaciones utilizadas confirman un mayor número de niños con TDA combinado. Los niños CTDA o sin TDA se distribuyen a lo largo de la escala de la medición del CI. La muestra atendida comprueba la mayor frecuencia de TDA en niños que niñas. Sin embargo, debe mencionarse que estos resultados pueden estar modificados por la organización socio-cultural mexicana que tiende a atender más a los niños.
Conclusiones
Los resultados de los cuestionarios del DSM IV-R mostraron diferencias en la valoración hecha por los padres y los maestros, siendo menor la prevalencia por la evaluación de los padres en los niños con TDA.
Los padres y maestros son de suma importancia en la identificación de síntomas del TDAH, lo que se ve confirmado en otros estudios usando escalas para ambos (Blázquez-Almería, 2005).
Los resultados son congruentes con los estudios que indican que el TDA Combinado es más frecuente (APA, 1994; Farré y Narbona, 1997).
No existe correlación entre los niños con TDA y sin TDA con el coeficiente intelectual.
El análisis según el sexo muestra que existe una prevalencia del sexo masculino, otros estudios demuestran que en general los desordenes psiquiátricos (depresión, desordenes de conducta, trastornos de ansiedad, TDA), es más alta en niños que en niñas (APA, 1994).
Se considera indispensable aumentar la muestra en niños con TDA en los 3 subtipos y comparar los resultados con el grupo control.
Referencias
American Psychiatric Association (A.P.A.) (1994). Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-IV). Barcelona: Mansson.
Blázquez-Almería G, (2005). «Resultados del cribado de la sintomatología del trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad en el ámbito escolar mediante la escala EDAH». Rev. Neurol, 41, 582-6.
Boletín de Información Periodística en Salud: Panorama Epidemiológico (2006). Vol. 21, No. 8 Agosto, [en línea] versión Web: http://bit.ly/KxDZmF
Farre A. Narbona J. (1997). Escalas de Conners en la evaluación del Trastorno por déficit de atención con hiperactividad. Nuevo estudio factorial en niños españoles. Rev. Neurol, 25, 200-4.
Fernández-Jaén, A. (2007). Trastorno de hiperactividad y déficit de atención. Definición. Aspectos históricos. En: Fernández-Jaén, A; Calleja Pérez, B. Trastorno por déficit de atención e hiperactividad. [en línea] en: http://bit.ly/LcOYDg.
García, G. y García, D. (2005). Estudio correlacional entre padres y maestros de niños con trastorno por déficit de atención e hiperactividad. [en línea] en: http://bit.ly/MDJHCg
Higuera R. F. y Pella C. V. M. (2004). Trastorno por déficit de atención con hiperactividad: Revisión de conocimientos actuales. Acta Médica Grupo Ángeles, 2, 1, enero-marzo.
López Villalobos J.A. (2007). Trastorno por déficit de atención/hiperactividad: perfil intelectual y factor de independencia a la distracción. Rev. Neurol, 44 (10), 589-595.
Narbona J. (2001). Alta prevalencia del TDAH: ¿niños trastornados o sociedad maltrecha?. Rev. Neurol, 32, 229-31.
Ortiz-Luna J.A. y Acle Tomasini G. (2006). «Diferencias entre padres y maestros en la identificación de síntomas del trastorno por déficit de atención con hiperactividad en los niños mexicanos». Rev. Neurol, 42(I), 17-21.
Rutter M. y Graham P. (1966). «Psychiatric disorder in 10- and 11-year-old children». Proc R Soc Med. Apr; 59(4), 382-387.
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Citar:
Zambrano, E. (2009, 04 de noviembre). Clasificación de niños con y sin TDA-H y su correlación con el coeficiente intelectual. Revista PsicologiaCientifica.com, 11(15). Disponible en: http://www.psicologiacientifica.com/clasificacion-ninos-con-y-sin-tda-h-correlacion-coeficiente-intelectual