Cómo enfrentar el estrés laboral en enfermería? Estrategias y caso de estudio en Armenia, Quindío

Laura Alejandra Gallego Echeverri, Diana Catalina López Aguirre, John Edison Piñeres Bejarano, Yessica Natalia Rativa Osorio, Yulieth Viviana Téllez De La Pava
Universidad de San Buenaventura, Colombia

Resumen

El personal de enfermería se ve enfrentado a múltiples factores estresores en la realización de sus labores diarias, lo que implica la necesidad de desarrollar estrategias que les permita afrontarlos y así lograr un funcionamiento adecuado en sus diferentes esferas.  Por esta razón, la presente investigación pretende identificar la presencia de estrés laboral y las estrategias de afrontamiento más utilizadas por el personal de enfermería de la ciudad de Armenia Quindío. La investigación cuenta con un diseño cuantitativo, descriptivo, de corte transversal, con un muestreo de bola de nieve, en el cual participaron 25 enfermeros y auxiliares de enfermería entre 18 a 55 años de edad, pertenecientes a centros de atención en salud de la ciudad de Armenia Quindío.  Se emplearon dos pruebas, el perfil de estrés de Kenneth M. y Nowack (2002), y el Inventario de estrategias de afrontamiento CSI creado por Tobin (1984), versión española Cano; García, y Rodríguez (2007), además de una encuesta semiestructurada para la identificación de los datos sociodemográficos.  Los anteriores instrumentos evidenciaron que, a diferencia de lo esperado, la presencia de estrés no se relaciona con las situaciones laborales directamente, pero se encuentra una tendencia alta al estrés causado por problemas financieros, familiares y de salud, lo que puede sugerir una habituación a las condiciones laborales relacionadas con la ejecución de su tarea, pero una influencia alta en los factores extra laborales.  Finalmente, las estrategias centradas en la emoción y en la evitación presentaron una tendencia alta en su uso.

Palabras clave: Estrés, estrategias de afrontamiento, auxiliares de enfermerí­a, enfermeros.

En la actualidad, especialmente en campos como la enfermería, los seres humanos se ven expuestos a una serie de acontecimientos, ritmos de vida agitados y creciente presión en el entorno laboral. Este escenario es particularmente relevante cuando hablamos de estrés laboral en enfermería, donde la necesidad de adaptarse a cambios constantes es crucial. Al no enfrentar efectivamente estos cambios, puede generar la saturación física o mental del trabajador, fomentando la presencia de consecuencias mayores en su salud. Por otro lado, la necesidad de respuestas rápidas puede afectar su efectividad, impactando en un alto grado la calidad de vida del individuo, su entorno más próximo y su desempeño general en las diferentes esferas del funcionamiento.

En lo que respecta a los contextos laborales, se encuentra que estos son escenarios demandantes para el trabajador, debido a que desde allí se desencadenan situaciones que requieren de una mayor exigencia para el personal y que como consecuencia pueden llevar a posibles respuestas de estrés.  No obstante, no la presencia de dicha respuesta está mediada por una serie estrategias de afrontamiento que le permite a la persona reaccionar ante la situación percibida como amenazante.  De tal modo que las estrategias de afrontamiento conllevan una respuesta inmediata que posibilite disminución en los niveles de estrés.

Considerando que dentro el medio laboral existen determinadas profesiones estimadas como las más propensas a presentar estrés, debido a las condiciones a las que se encuentran expuestas en su labor diaria, como lo son: médicos, enfermeras, docentes, policías, meseros, cajeros, entre otros (Campos,2006). El personal de enfermería se encuentra expuesto a múltiples factores estresores con mayor frecuencia, debido a la complejidad de los pacientes que atiende y el grado de responsabilidad que esto implica, es por esta razón que se pretende conocer si se presenta estrés, qué y cuáles son las estrategias de afrontamiento que se utilizan para el manejo del mismo para así poder llevar a cabo la vida laboral como personal de una manera adecuada, pese a los factores de riesgo a los que los profesionales de la enfermería se ven expuestos en su labor diaria.  Así mismo, se retoman las estrategias de afrontamiento como medida de evaluación acompañada del estrés laboral, determinando los recursos que la población a estudio está utilizando para responder ante las demandas sobre-exigentes.

El estrés laboral y las estrategias de afrontamiento en personal de enfermería han sido producto de diversas exploraciones a nivel nacional e internacional, debido a que es un tema de gran interés e impacto en la población a estudio.  Dentro de ellas se encuentra a España como uno de los países con mayor índice de investigación, una de sus exploraciones encontradas, fue la realizada por Schiller e  Isaac (2003) titulada “identificación de estresores y estrategias de frotamiento del personal de enfermería en unidades de hospitalización psiquiátrica”, en esta se indica que los estresores laborales están relacionados con los peligros físicos, pacientes agresivos o violentos, sentirse insuficientemente preparado, por otra parte, en cuanto a las estrategias más utilizadas se encontró que la mayoría van dirigidas a tomar precauciones para que no ocurra de nuevo, emprender acciones para resolverlos y analizar el problema objetivamente.

Por su parte en México la investigación realizada por, Austria, Cruz, et al. (2010) titulada “Estrategias activas de afrontamiento: un factor protector ante el síndrome de Burnout o de desgaste profesional en trabajadores de la salud”, arrojó como resultados que el uso de las Estrategias Activas (solución de problemas, búsqueda de información, análisis de las circunstancias para actuar de la manera más efectiva, entre otras) tiene efectos protectores en el síndrome de Burnout, mientras el uso de Estrategias Pasivas (como la falta de concentración en sus actividades, evitar cumplir con sus responsabilidades o hacer como si no existieran) fomentan el desarrollo del síndrome de Burnout, por lo que puede ser considerado como un factor de riesgo.  También se encontró que conforme aumenta el nivel educativo, se incrementa el cansancio emocional, la realización personal, el síndrome de Burnout y el empleo de Estrategias activas, excrementando el empleo de Estrategias Pasivas.

Se debe mencionar además qué países como Argentina, Chile y Colombia también han mostrado interés al realizar investigaciones referentes al tema, cuyos resultados indicaron una mayor prevalencia de estrés en aquellas personas que poseen una mayor carga laboral, inadecuada relación con los compañeros de trabajo y jefe, antigüedad en el lugar de trabajo y tipo de paciente, evidenciados en estudios como “Síndrome de Burnout y estrategias de afrontamiento en enfermeras de unidades de terapia intensiva (UTI), de diferentes instituciones hospitalarias, sanatorios y clínicas de la Provincia de Entre Ríos de Argentina” citado en Soledad (2008), “Estrés laboral en el personal de la unidad de emergencia gineco-obstétrica” de García, C (2006) y “estrés laboral en enfermería y factores asociados.”  Ahumada, de Castillo y Gómez. (2014) entre otras.

Teniendo en cuenta que, pese a las investigaciones realizadas previamente en Colombia en regiones como Bogotá, Cartagena, Barranquilla, Cúcuta, y Medellín, no se encontró información que describa este fenómeno en el contexto regional en la zona cafetera Colombiana, por lo tanto, se considera pertinente efectuar estudios que permitan identificar el estrés y su relación con las estrategias de afrontamiento empleados por personal de enfermería, quienes se ven expuestos a ambientes laborales que demandan situaciones de mayor riesgo y responsabilidad.

Método

Para la realización de este estudio y abordaje del problema, la investigación cuenta con un diseño cuantitativo, descriptivo, de corte transversal, con un muestreo no probabilístico de bola de nieve y basado en un enfoque cognitivo-conductual.  La población objeto de estudio abarca un grupo de 25 enfermeros y auxiliares de enfermería pertenecientes a centros de atención en salud de la ciudad de Armenia Quindío, hombres y mujeres, con edades oscilantes entre 18 y 55 años de edad, en estado civil casados y en unión libre, con y sin hijos.

Instrumento

Se empleó una encuesta semiestructurada, que permitió recolectar datos sociodemográficos significativos para esta investigación, acompañada de dos pruebas que evaluaron estrés laboral y estrategias de afrontamiento, en primer lugar se utilizó el “perfil de estrés”, la cual es una prueba elaborada y estandarizada por Kenneth y Nowack (2002), con el objetivo de proporcionar información acerca de los factores psicosociales que influyen en la aparición de estrés y enfermedad.  Cuenta con un total de 123 reactivos que están distribuidos por 7 áreas relacionadas con la aparición de estrés, entre las que se encuentran, hábitos de salud, conducta tipo A, red de apoyo social, estrés, fuerza cognitiva, estilo de afrontamiento y bienestar psicológico, además de ello permite determinar si el estrés es causado por variables laborales, familiares, financieras, sociales, ambientales y de salud.

Además, se realizó la aplicación del Inventario de estrategias de afrontamiento CSI creado por Tobin (1984), utilizando la adaptación española de Cano, García y Rodríguez, desarrollada en el 2007, cuyo objetivo es identificar aquellas situaciones que causa afectación a las personas en su cotidianidad y como estas enfrentan las mismas.  En cuanto a su aplicación, esta consiste básicamente en describir un hecho que la persona considere como estresante en cualquiera de los ámbitos en los cuales se desenvuelve, especificando lugar, personas implicadas, importancia que la persona le da al hecho y su reacción ante esta situación, seguido a lo anterior el sujeto deberá responder a un listado de afirmaciones de cómo afrontó la situación descrita.  Desde allí se pretende identificar las estrategias de afrontamiento tales como resolución de problemas, autocrítica, expresión emocional, pensamiento desiderativo, apoyo social, reestructuración cognitiva, evitación de problemas y retirada social.

Resultados

Los datos obtenidos mediante la entrevista sociodemográfica permiten concluir que el 76 % de la muestra pertenecen al género femenino y el 24 % restante al género masculino.  En cuanto a la edad, se encontró que el 28 % de los participantes están comprendidos en edades entre los 18 a 25 años y el 24 % en edades de los 26 a 33 años de edad, llevando a determinar que la mitad de los encuestados son personas jóvenes.  Con referencia al estado civil se encontró una prevalencia de personas solteras con un porcentaje del 40 % y en menor medida de personas casadas con un 24 %.  Además, se halló que el 48 % de los participantes no tienen hijos y que este mismo porcentaje viven con una sola persona, por tanto, se encontró que el 80 % de los participantes presentan núcleos familiares no mayores a tres integrantes.

Los funcionarios encuestados son en su mayoría auxiliares de enfermería 84 % y el 16 % restante, enfermeros, cabe aclarar que la diferencia entre estos dos radica en que la auxiliar de enfermería según el Ministerio de Salud (1999), es aquella persona especializada en el cuidado sanitario de los pacientes que realiza funciones del área operativa, por ejemplo: orden y aseo de las unidades, aseo del paciente, alimentación de los mismos, curaciones, toma y registros de hemodinámias, entre otras funciones; mientras que la profesión de enfermería según la ley 266 que regula la práctica de enfermería en Colombia citada en el Tribunal nacional de enfermería (1996) “tiene como propósito general promover la salud, prevenir la enfermedad, intervenir en el tratamiento, rehabilitación y recuperación de la salud, aliviar el dolor, proporcionar medidas de bienestar y contribuir a una vida digna de la persona”.  Así mismo, están capacitados para ejecutar funciones más administrativas, que básicamente consisten en definir el tipo de cuidados que se les deben brindar a los pacientes, gestionar la entrega oportuna de los tratamientos farmacológicos y la administración de los mismos, pueden evaluar el trabajo que realizan los auxiliares de enfermería y hacer las modificaciones que consideren necesarias, entre otras funciones propias del profesional en el área.

Por otra parte, con referencia a la experiencia laboral, se encontró que un 68 % de los participantes llevan un tiempo de experiencia comprendido entre 0 a 10 años, mientras que el 32 % poseen entre 11 y 20 años de experiencia, de igual manera se halló una prevalencia del 56 % en el personal que se encuentra laborando en un mismo lugar por periodos comprendidos entre 2 y 6 años de antigüedad, seguido de un 32 % que posee entre 7 y 16 años de antigüedad, y por último se encontró que solo un 8 % posee entre 13 y 8 años de antigüedad.

Además, se halló que el 56 % de los encuestados trabaja en intervalos de tiempo comprendidos entre 6 y 12 horas diarias, mientras que el 44 % trabaja de 12 a 24 horas diarias; algunos con turnos de corrido 57 %, mañana 20 %, tarde 10 % y noche 13 %; es así como se encontró que a pesar de los horarios el 84 % de los participantes se encuentra conforme con su turno; para finalizar se considera relevante mencionar que el 84 % de los encuestados no realiza otra actividad fuera de la labor de enfermería, pero el 16 % realiza labores de enfermería en diferentes establecimientos, lo que les permite adquirir mayores ingresos económicos.

Con relación a los resultados acerca del tipo de contratación, se encontró una variabilidad, ya que el tipo de contrato de planta es el más representativo con un 33 % y se caracteriza porque las personas son elegidas por el estado por un tiempo indefinido, llevando así a una mayor estabilidad, mientras el 42 % de aquellos que fueron contratados por el hospital o por contrato provisional, se caracterizan por un contrato laboral de término definido; por último aquellas contratadas por medio de agencia representan un 17 %, en las que el sujeto es contratado por un lapso de tiempo corto y por la prestación de sus servicios.

El 52 % de los participantes presenta estrés causado por problemas financieros, lo cual coincide con el porcentaje presentado para problemas familiares 52 %, siendo estas dos esferas las causas principales de estrés en la población evaluada.  Seguido a esto se encuentran los problemas de salud con un 44 %.  El 32 % presenta estrés a causa de problemas ambientales, el 16 % por problemas sociales y por último se encuentra los problemas de trabajo con un 12 %, siendo esta la causa menos prevalente, este hallazgo se considera como relevante dentro de la investigación, puesto que contrario a lo que se esperaba al inicio de la misma, los problemas en el trabajo es el factor que menos estrés desarrolla en los participantes a quienes se les aplicó la prueba.

Teniendo en cuenta la presencia de estrés y los datos sociodemográficas se encontró algunas diferencias con relación al género, considerando pertinente enunciar las tendencias bajas y altas de estrés en hombres y mujeres y su relación con algunos datos sociodemográficos específicos, hallando que el 50 % de los hombres presentan tendencias bajas de estrés, dentro de los cuales sus mayores problemas son de tipo familiar y de salud con un  66 % en cada una de las escalas mencionadas, pero con niveles bajos en las mismas. Contrario al 50 % restante de hombres que presentan niveles altos de estrés, donde se encontró que sus mayores problemas son de salud y financieros, los cuales generan en ellos la presencia de altos niveles de estrés.  Con respecto al estado civil, se encontró igual número de hombres casados, solteros y en unión libre, con un 33 % cada uno de ellos, además, todos los hombres participantes de la investigación son auxiliares de enfermería que trabajan en turnos de 12 a 24 horas.  Con referencia al tipo de contratación, se encontró que el 33 % se encuentra en contrato provisional, mientras que el 66 % son de planta.

A su vez, el 50 % de los hombres presenta una tendencia alta de estrés, el 66 % se encuentra entre los 26 a 33 años y el 33 % restante entre los 48 a 55 años de edad.  Con referencia al estado civil, el 33 % son solteros y el 66 % restante se encuentran en unión libre.  Con respecto al cargo se encontró que el 33 % son enfermeros y el 66 % auxiliares de enfermería.  El 66 % de ellos trabaja entre 6 a 12 horas, mientras que el 33 % entre 12 a 24 horas.  Con referencia al tipo de contratación, el 33 % de los sujetos está contratado por agencia y el 66 % restante es de planta.

En la presencia de estrés en las mujeres, se encontró que el 68 % de ellas presenta tendencia baja del mismo, dentro de los cuales sus mayores problemas son de tipo financiero con un 53,8 %, además, de problemas familiares y ambientales con un 46,1 % respectivamente.  Lo cual indica que son problemas manejables, debido al bajo nivel de estrés que genera.  Mientras que un 32 % de ellas presenta una tendencia alta de estrés, presentando una mayor prevalencia en los problemas familiares con un  66,6 % y problemas de salud con el 50 %, siendo estos factores los mayores desencadenantes de la presencia de estrés en este tipo de población.

Por otra parte, se encontró que, las mujeres que presentan una tendencia alta de estrés, el 50 % de ellas se encuentra entre 48 a 55 años.  En cuanto al estado civil, el 33,3 % son solteras, y casadas con un mismo porcentaje del el 33,3 %.  El 100 % son auxiliares de enfermería y el número de horas trabajadas corresponde 66,66 % entre 12 a 24 horas.  Con referencia al tipo de contratación, se encontró que el 33,3 % cuenta con contrato directo con la entidad prestadora de salud, al igual que contratación de planta con un porcentaje del 33,3 % respectivamente.

En cuanto a las estrategias de afrontamiento se dividen en ocho escalas según Cano, García et al. (2006), la resolución de problemas como aquella estrategia cognitiva y conductual encaminada a eliminar el estrés intentando modificar la situación que lo genera; la reestructuración cognitiva es la estrategia dirigida a cambiar el significado de la situación estresante; el apoyo social es una estrategia encaminada en la búsqueda de apoyo emocional; la expresión emocional es la estrategia que busca liberar las emociones que resultan del proceso de estrés; la evitación de problemas hace referencia a la negación y evitación de pensamientos relacionados con el acontecimiento activador; el pensamiento desiderativo es otra estrategia cognitiva que manifiesta el deseo de que la realidad no fuese estresante; la retirada social es una estrategia que hace mención al aislamiento de personas significativas relacionadas con la reacción emocional frente el estrés; finalmente la autocrítica es una estrategia de autoinculpación que se da debido a la presencia de la situación estresante o el afrontamiento inadecuado.

Con respecto a las estrategias previamente mencionadas, se encontró que el 60 % de la población tiene una tendencia baja a utilizar la estrategia de resolución de problemas como medio para mitigar el estrés. Un 64 % de la población tiene una tendencia baja a autocriticarse; en la estrategia restructuración cognitiva se evidencia que un 56 % de las personas tienen una tendencia baja a modificar el significado de la situación estresante; por el contrario, entre las estrategias de afrontamiento más utilizadas en la población estudio se evidencia aquellas centradas en la evitación y la en la emoción; entre estas se encuentran la expresión emocional con una tendencia alta del 60 %; en la estrategia de evitación de problemas.  Finalmente, en la retirada social se identificó con un puntaje significativo de un 72 % con tendencia alta a evitar el contacto con personas pertenecientes al contexto laboral; por tal motivo, dentro de este muestreo se evidencia una mayor incidencia en el uso de estrategias enfocadas a la evitación y la emoción siendo estas un medio para disminuir los síntomas de insatisfacción momentáneos ante situaciones percibidas como amenazantes.

Al relacionar los datos sociodemográficos con las estrategias de afrontamiento se encontró que en la variable género los hombres presentan una tendencia baja con un 66,66 % ante la estrategia de afrontamiento, resolución de problemas y una tendencia alta con un 83,33 % frente a la estrategia de afrontamiento de expresión emocional indicando un mayor uso de estrategias dirigidas a la regulación y expresión emocional que aquellas estrategias que buscan afrontar y confrontar el problema.  Mientras que las mujeres se evidencia una tendencia alta con un 62 % en pensamiento desiderativo y una tendencia alta con un 63,15 %; en retirada social, evidenciando una forma de afrontamiento que busca evitar cognitiva y socialmente el problema.

Ahora bien, se encontró en la relación edad y estrategias de afrontamiento, que las personas con edades que oscilan entre los 18 a 25 años presentan unas tendencias altas en las estrategias de afrontamiento de resolución de problemas, apoyo social, reestructuración cognitiva, cada una de estas con un porcentaje del 57,14 %; en cuanto a las personas entre 26 a 33 años presentan igualmente una tendencia alta en apoyo social con un porcentaje de 50 %; sin embargo, cabe resaltar que todas las personas presentan una tendencia alta en la estrategia de retirada social.  En cuanto los otros rangos de edad y estrategias, se evidencian una presencia de ambas tendencias, es decir, tendencia baja y alta, lo cual no permite identificar una prevalencia en el uso de ellas.

En cuanto al cargo, se encontró que tanto las enfermeras como los auxiliares de enfermería presentan una tendencia baja en resolución de problemas, ahora bien, en la autocrítica se presenta una diferencia entre auxiliares y enfermeros, ya que los primeros presentan una tendencia alta con un 100 %.  En la estrategia llamada expresión emocional, tanto enfermeras como auxiliares presentan una tendencia baja; en cuanto al pensamiento desiderativo se encuentra una tendencia alta con un 47,61 % en enfermeras, en la estrategia de apoyo social se encuentra un 100 % con tendencia baja en auxiliares, mientras que en enfermeras se da una tendencia alta con un 57,14 %. Ahora bien, en reestructuración cognitiva se encuentra una tendencia baja en auxiliares y, por el contrario, una tendencia alta en enfermero; en retirada social y evitación se evidencia una tendencia alta como una forma de afrontamiento que busca evitar el problema.

En la variable de experiencia laboral se encontró una tendencia baja en el uso de expresión emocional en personas con experiencia de 0 a 5 años, a diferencia de las personas que tienen experiencia de 6 a 10 años de experiencia, quienes presentaron una tendencia alta, así mismo se encuentra una tendencia alta en apoyo social en personas con una experiencia de 0 a 5 años con un 77,77 % y el 83,33 % de personas con una experiencia laboral de 16 a 20 presenta una tendencia baja en apoyo social.

Para finalizar se realizó la relación entre las personas que presentan un mayor índice de estrés y las estrategias más utilizadas por los mismos, encontrando una tendencia alta en expresión emocional con un 66,66 %, evitación de problemas 77,77 % y retirada social con un 88,88 %, a partir de lo anterior se deduce que las estrategias más utilizadas en las personas con estrés hacen referencia a estrategias centradas en la emoción y la evitación.

En cuanto al estrés asociado a los problemas financieros y de salud, los cuales fueron los más representativos en la presente investigación, y su relación con las estrategias de afrontamiento, se identificó que aquellas personas que presentaron mayor índice de estrés por problemas financiero tienen una tendencia alta con un 61,53 % a utilizar estrategias de afrontamiento como el pensamiento desiderativo y la retirada social, mientras que se evidencia una tendencia baja con un 61,53 % ante la estrategia de apoyo social y un 69,23 % en autocrítica.  Por otro lado, se encontró ante el estrés debido a problemas de salud una tendencia alta frente a estrategias de afrontamiento, retirada social con un 72,72 % y expresión emocional con un 54,54 % y una tenencia baja en la estrategia de resolución de problemas con un 63,63 % y autocrítica con un 72,72 %.

Con referencia a lo anteriormente mencionado, se consideró pertinente indagar en la ciudad de Armenia la presencia de estrés y las estrategias de afrontamiento en el personal de enfermería, esto debido a que no se han realizado investigaciones a nivel regional con la problemática estudio, la cual fue importante indagar debido a las condiciones laborales dentro de la ciudad de Armenia como la falta de empleo y la falta de una remuneración adecuada por medio de la cual se satisfagan las necesidades básicas.

Discusión

Teniendo en cuenta los resultados arrojados en la investigación, se encontró que en su mayoría los enfermeros y auxiliares no presentan estrés laboral contrario a lo encontrado en los antecedentes revisados, como la investigación realizada por M.J. Frade Mera a, R. Vinagre, (2008) titulada como “Síndrome de Burnout en distintas Unidades de Cuidados Intensivos” realizada en Madrid, España, la cual arroja como resultado relevante la presencia de estrés debido a factores relacionados con la insatisfacción profesional y poco reconocimiento laboral. Se puede mencionar también que en Guatemala, De León, L (2014), autora de la investigación titulada “Estrés laboral en el personal auxiliar de enfermería de emergencia de adultos y pediatría del hospital regional de occidente de Quetzaltenango” mostró resultados que apuntan a que el personal objeto de estudio presenta un grado de estrés laboral moderado, caracterizado por dificultades para conciliar el sueño, descanso poco reparador, fatiga, cefalea, tensión y disminución del apetito, encontrando como hallazgo principal que una media dev1.33 y 2.33 de personal, muchas veces proporciona a los pacientes un cuidado deshumanizado, ocasionando que los pacientes se sientan insatisfechos del servicio.  Sin embargo, pese a no haber hallado estrés laboral, los resultados indicaron mayor prevalencia en la tendencia alta de estrés por problemas de salud, financieros y familiares.

Lo anterior  puede estar desencadenado debido a la poca remuneración económica que recibe este tipo de trabajadores, por lo que se ven en la obligación de desempeñar labores de enfermería en diferentes centros prestadores de salud, sosteniendo extensas jornadas laborales, lo que implica una mala alimentación, disminución del tiempo de descanso y sueño no reparador, lo que los hace más propensos a presentar falencias en las condiciones de salud, además de deteriorar las relaciones familiares debido al poco tiempo que tienen para fortalecer estos lazos.  Se considera pertinente mencionar también que pese a no hallar estrés laboral, esto no implica que esta tendencia a presentar altos niveles de estrés no repercuta en comportamientos en el ambiente laboral.

En cuanto a la presencia de estrés, se tomó como referente la teoría transaccional de Lazarus y Rolkman (1986), la cual en un inicio define el estrés como la interacción entre la persona y su medio.  Para ello, postula un proceso de evaluación del organismo que se dirige paralelamente en dos direcciones, una dirigida hacia el ambiente y otra hacia los propios recursos.  El estrés tendría lugar cuando la persona valora a sus recursos como escasos e insuficiente para hacer frente a las demandas del entorno.  Es decir, el estrés es un concepto dinámico, resultado de las discrepancias percibidas entre las demandas del medio y de los recursos para afrontarlas.  La clave del modelo radica en la evaluación cognitiva tanto del estímulo como de la respuesta (Dahab,  Minici y Rivadeneira, 2016).

La propuesta de Lazarus y Forman (1986) citado en Dahab,  Minici, Rivadeneira (2016).  “Tuvo también el mérito de ordenar coherentemente un conjunto de elementos que intervienen en el proceso de estrés”.  Inicialmente, se presentan los estímulos, los cuales son acontecimientos externos, eventos cotidianos, físicos, psicológicos y sociales.  El segundo elemento de la teoría corresponde a las respuestas, las cuales son reacciones subjetivas, cognitivas y comportamentales, estas pueden o no ser adecuadas.  Un tercer elemento hace referencia a los mediadores, los cuales evalúan el estímulo como amenazante y los recursos de afrontamiento como insuficientes y finalmente se encuentran los moduladores quienes se encargan de aumentar o atenuar el proceso de estrés, pero estos no lo provocan ni lo impiden.

Al realizar el contraste de la teoría con los resultados arrojados por la investigación, se encontró que los factores estresores a los que se ven expuestos el personal de enfermería en sus labores diarias, no generan un malestar significativo en ellos, hay que mencionar además, que la existencia de un factor importante como lo es la antigüedad en el lugar de trabajo, juega un papel importante, ya que la mayoría cuentan con entre 2 a 6 años de antigüedad lo que puede llevar a suponer que ha habido una habituación a estos estímulos y su continuidad ha disminuido su valor estimular convirtiéndolos así en factores irrelevantes.

Con referencia a las respuestas presentadas por los participantes de la investigación, se encontró que la mayoría de ellos emplean estrategias de afrontamiento consistentes en la retirada social, expresión emocional y evitación del problema, las cuales se agrupan como centradas en la emoción y en la evitación, dado que estas estrategias no son adecuadas, se considera relevante mencionar, que estas estrategias arrojan un resultado positivo frente a los niveles de estrés debido a una posible habituación y aprendizaje, que les facilita resolver de una manera acertada las dificultades que se puedan presentar en la realización de sus labores diarias.

Con referencia a los medidores, se evidenció que los profesionales en enfermería, presentan posibles patrones de conducta tipo A, los cuales se pueden relacionar con la ira internalizada, rapidez laboral y conductas competitivas, siendo algunas de estas características contribuyentes al desarrollo de diferentes enfermedades, las cuales pueden ser potencializadas en su entorno laboral debido a las condiciones a las que se ven expuestas en sus actividades diarias.

Con respecto a los factores moduladores, la investigación arrojó que las condiciones del ambiente laborales como lo son la poca remuneración económica, la inestabilidad que puede generar el tipo de contratación directo con la institución o por medio de agencia, contrario a la estabilidad generada por la de provisionalidad o planta, donde el empleado cuenta con mayores beneficios y estabilidad laboral, turnos de más de 12 horas debido el desarrollo de labores de enfermería en diferentes establecimientos prestadores de salud, a fin de adquirir mayores ingresos económicos, pueden influir en la presencia de estrés; sin embargo, no son factores relevantes para la presencia o ausencia del mismo, probablemente por la habituación que se presenta dentro de las respuestas empleadas a dichos factores estresores.

De acuerdo a los resultados encontrados ante el estrés asociado a problemas financieros y su relación con las estrategias de afrontamiento, como lo son pensamiento desiderativo y retirada social, es de mencionar que los recursos económicos son la fuente principal que requiere todo ser humano para satisfacer sus necesidades básicas, sin embargo, cuando no se dispone de ellos se produce una situación de indefensión seguida de un deterioro de la calidad de vida y del bienestar psicológico.  Además, la falta de dinero se convierte en una fuente de estrés que impacta la percepción de eficacia y las relaciones sociales al disminuir el tiempo de ocio (Fajardo, Padilla, et al. 2007).

Así mismo, ante el estrés relacionado con problemas de salud, cabe resaltar que el personal de enfermería, además de presentar una tendencia alta hacia la conducta tipo A que influye en la presencia de enfermedades coronarias; el estar en constante exposición frente al sufrimiento y la muerte consolidan una carga psicológica para el personal que trabaja en el área de la salud. Sumado a ello, los problemas cotidianos como la carga laboral, los problemas con el equipo de trabajo, las rotaciones de los turnos y las jornadas, forman parte de los factores que inciden en las enfermedades, la insatisfacción del puesto de trabajo, y los desgastes físicos y psicológicos (Borges y Romero citado en Quispe,2009).

En el presente estudio se esperaba encontrar una mayor prevalencia en el uso de estrategias de afrontamiento dirigidas a la resolución de problemas frente a las situaciones problemáticas que se producen en el puesto de trabajo del personal de enfermería.  Desde allí se puede observar que las estrategias de afrontamiento con mayor predominio en esta población se refieren a aquellas como retirada social, evitación social.  Estos tipos de afrontamiento se centran en la evitación, reflejando intentos cognitivos y conductuales para evitar pensar en un estresor y sus implicaciones, Garceta (2008).  Por tal motivo, estas estrategias de afrontamiento permiten reaccionar ante las situaciones habituales, llevando a la no presencia de estrés y a la adaptación en los auxiliares y personal de enfermería.

Por otro lado, al comparar la variable de género con las estrategias de afrontamiento, se encontró que los hombres utilizan estrategias de afrontamiento como la expresión emocional, hecho que no se esperaba, ya que según una investigación realizada por García, Gascon, y Martínez   (2016) “las estrategias de los varones son predominantemente no emocionales, y las de las mujeres de predominio emocional-afectivo”.  Por el contrario, las mujeres prefieren hacer uso de estrategias enfocadas a la evitación como retirada social y pensamiento desiderativo, los cuales según Endler y Zeinder (1996) citado por Macías, Madariaga et al (2012) “la persona asume aplazar el afrontamiento activo por la necesidad de ordenar y hacer acopio de sus recursos psicosociales antes de afrontar activamente la situación”, es decir que las personas posponen el afrontamiento con el fin de evaluar las estrategias a utilizar ante la situación estresante.

En cuanto a la edad, se encontró que las personas con rangos de edades menores entre los 18 a 25 años presentan estrategias como resolución de problemas, enfocándose en estrategias centradas al problema y poco en estrategias centradas en emoción como expresión emocional y autocrítica, según Berger (2009, pág. 78) quien menciona “la mayoría de los adultos jóvenes tienen una buena opinión sobre sí mismos, algunos desarrollan ideas innovadoras que los llevaran al éxito”.  Desde allí se logra evidenciar que posiblemente el personal más joven puede desarrollar una tendencia al afrontamiento y solución de problemas.

En cuanto al cargo, se encontró que tanto las enfermeras, como las auxiliares, no presentan la estrategia de resolución de problemas, esto debido a que la labor que desempeñan requiere de un orden lógico de acciones repetitivas, por lo cual hay una habituación ante situaciones que representen algún tipo de estrés, llevando así a que estas no sean percibidas como un problema.  Con referencia a la autocrítica se presenta una tendencia baja en auxiliares debido a que estos mantienen un contacto directo y constante con los pacientes, lo cual reafirma su autoconfianza y su seguridad para intervenir en situaciones de mayor demanda sin presentar pensamientos de incompetencia.  Con respecto a la estrategia de afrontamiento de expresión emocional, se encontró una tendencia baja, lo cual indica una coherencia con los resultados encontrados frente a las estrategias de evitación de problemas y la retirada social, ya que el personal opta por evadir aquella situación que le genere estrés.

Al realizar el contraste entre las estrategias y la experiencia laboral se encontró una tendencia baja en la estrategia expresión emocional en personas con una experiencia entre 0 a 5 años y una tendencia alta en apoyo social, esto debido a que este personal con menor experiencia laboral no tiende a expresar sus emociones dentro de su contexto laboral prefiriendo buscar apoyo social en personas significativas que no estén relacionadas con el trabajo o la situación estresante. Otra explicación a este resultado se debe la posible necesidad de autoafirmación que conlleva un convencimiento personal de poseer las capacidades necesarias para afrontar la situación sin la necesidad de tener el apoyo de alguien más dentro de su contexto laboral.

En contra posición a los resultados encontrados en esta investigación que indican un mayor uso en estrategias centradas en la emoción y la evitación, un estudio realizado en México denominado “Estrategias activas de afrontamiento: un factor protector ante el síndrome de Burnout o de desgaste profesional en trabajadores de la salud”, por Austria, Cruz, et al. (2010), explica a partir de su resultado que conforme aumenta el nivel educativo, se incrementa el cansancio emocional, la realización personal, el síndrome de Burnout y el uso de Estrategias activas decrementando el uso de Estrategias Pasivas.  Es así como se diferencia de lo encontrado en la presente investigación, ya que a pesar de que las personas poseen un nivel educativo alto, utilizan estrategias en las que no se enfrenta el problema, sin embargo, estas no inciden en la presencia de estrés.  De igual forma, la no presencia de esta respuesta es producto de constante exposición a situaciones adversas de las que se desencadena un conocimiento y con ello una adaptación a su entorno laboral que les permite resolver las dificultades con mayor facilidad.

Conclusiones

Debido a un posible proceso de habituación a los factores estresores que se presentan en el trabajo generado en la población a estudio, se encontró que no presentan estrés laboral, hallando tendencias altas de estrés por problemas financieros, familiares y de salud.

La tendencia alta de estrés por problemas financieros, familiares y de salud, puede verse relacionada con factores como la poca remuneración económica, motivo por el cual se ven en la obligación de desempeñar labores de enfermería en diferentes establecimientos prestadores de salud, generando en ellos inadecuados hábitos de salud, además de deteriorar significativamente los lazos familiares debido a la poca disponibilidad de tiempo para compartir con sus parientes.

Las estrategias de afrontamiento más utilizadas por la población estudio de la presente investigación fueron aquellas centradas en la evitación y la en la emoción; como lo son expresión emocional, evitación de problemas y la retirada social con tendencia alta a evitar el contacto, personas relacionadas con el contexto laboral.

En la relación entre las personas que presentan un mayor índice de estrés y las estrategias más utilizadas por ellos, se encuentra una prevalencia alta en expresión emocional, evitación de problemas y retirada social, motivo por el cual se deduce que las estrategias más utilizadas en las personas con estrés hacen referencia a estrategias centradas en la emoción y la evitación.

En los hombres se encontró una tendencia baja ante la estrategia de afrontamiento, resolución de problemas y una tendencia alta en la estrategia de afrontamiento de expresión emocional, indicando un mayor uso de estrategias dirigidas a la regulación y expresión emocional que aquellas estrategias que buscan afrontar y confrontar el problema.

La evitación de problemas es una de las estrategias de afrontamiento más empleadas por el personal de enfermería, la cual actúa como un método funcional de afrontamiento ante las situaciones inmediatas percibidas como amenazantes, esto se pudo evidenciar debido a que la población estudio presenta tendencia baja en la presencia de estrés laboral, sin embargo, se considera pertinente mencionar que dicha estrategia es inadecuada, puesto que se evita la situación y no se resuelve el problema.

Recomendaciones

Educar a los auxiliares y enfermeros en habilidades para la vida como: la comunicación asertiva, toma de decisiones, manejo de emociones, relaciones interpersonales y pensamiento creativo, para fortalecer estrategias de afrontamiento centradas en el problema, que faciliten la adecuada solución ante una situación estresante.

Con referencia al estrés financiero, sería importante implementar cursos enfocados al buen uso y adecuado manejo de los recursos económicos.

Concientizar en los auxiliares y enfermeros acerca de la importancia de una adecuada utilización y distribución del tiempo libre, a fin de fortalecer las relaciones familiares.

Realizar estudios o investigaciones encaminadas hacia la presencia de estrés por problemas financieros, por problemas de salud y problemas familiares en personal de enfermería, a fin de generar estrategias que permitan disminuir la presencia de los mismos.

Referencias

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Citar:

Gallego, L., López, D., Piñeres, J., Rativa, Y., y Téllez, Y. (2017, 01 de mayo). El estrés laboral y las estrategias de afrontamiento en personal de enfermerí­a de Armenia, Quindí­o. Revista PsicologiaCientifica.com, 16(2). Disponible en: https://psicolcient.me/ou037

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